En una nueva sesión del programa Transformación de Boma Chile, tuvimos el privilegio de conversar con Ramez Naam, uno de los futuristas más influyentes del mundo y experto en energía, sobre el futuro que ya está tomando forma.

 

Naam compartió una visión poderosa sobre cómo la tecnología —desde la inteligencia artificial hasta las energías limpias— está rediseñando la economía global, abriendo enormes oportunidades para quienes estén preparados. En este escenario, Chile aparece como un protagonista inesperado pero con ventajas únicas: sol abundante, vientos estables y costos energéticos bajos.

 

Pero la sorpresa vino cuando Ramez planteó una nueva frontera de desarrollo: la economía de la computación. Con la demanda por centros de datos disparándose a nivel mundial, el factor más crítico ya no es la infraestructura, sino la disponibilidad inmediata de energía confiable. Y ahí, Chile podría ofrecer algo que escasea incluso en economías desarrolladas como EE.UU.

La gran pregunta que dejó sobre la mesa:
¿Está Chile listo para liderar esta transformación energética y digital?